Camino al Olimpo griego

En el año 2004 se celebraría la Eurocopa de fútbol en nuestra vecina Portugal, donde la selección anfitriona acudiría con una de las mejores generaciones, por no decir la mejor, de futbolistas de su historia.

Sin embargo, un invitado inesperado a la fiesta del fútbol, Grecia, dejaría en estado de shock al país vecino al término del torneo, pues conseguirían no sólo ganar el encuentro inaugural ante Portugal, sino que repetirían semanas después en la gran final de nuevo ante los anfitriones.

La importancia del grupo

Sin tener de largo la mejor plantilla del torneo, la selección nacional de Grecia demostraría en la Eurocopa 2004 de Portugal la importancia de contar con un grupo unido y donde todos los jugadores anteponen el bien al común al lucimiento propio.

Por contra, Portugal demostraría que pese a contar con una grandísima plantilla repleta de talento (al igual que Francia, por ejemplo), esto no basta en ocasiones para triunfar.